Abstract
El objetivo de este trabajo será analizar y debatir acerca de los facilitadores y los obstáculos identificados en el proceso de implementación de esta estrategia innovadora de atención en salud integral comunitaria, desde el entorno virtual (2020-2022). Este proyecto se inicia con la detección de necesidades en la comunidad desde un marco institucional y se basa en la investigación acción participativa, desde un enfoque cualitativo. En el contexto de pandemia, el diseño e implementación de estrategias de extensión social y comunitaria resultó un importante desafío para los equipos interdisciplinarios que desarrollan prácticas institucionales de atención primaria. El primer desafío para nuestro equipo fue explorar y evaluar los modos de aproximarnos bajo la interacción digital, para sostener las prácticas comunitarias presenciales implementadas en el territorio nacional (2009-2019). El aislamiento físico, social y obligatorio, consecuencia de la pandemia por COVID 19, constituyó un factor de riesgo para la salud mental de la población en general, siendo la comunidad malvinera (Veteranos de Guerra de Malvinas, grupo familiar y familiares de caídos en Malvinas) un grupo vulnerable por las características socio históricas que presenta a causa de la participación directa e indirecta en el Conflicto del Atlántico Sur y las experiencias atravesadas en la Postguerra. De este modo, en este contexto de incertidumbre, se buscó minimizar los efectos del aislamiento emocional y las barreras psicosocioculturales, que obstaculizan la demanda para el acceso a los servicios de salud mental. En tal sentido, se proponen los talleres psicoeducativos y socioculturales que promueven diversos movimientos creativos, habilitadores e instituyentes, en constante producción, desde un enfoque salutogénico, implicando a los integrantes de la comunidad, a los equipos interdisciplinarios y a la propia institución desde donde se proyecta este trabajo colaborativo y en red. Por todo ello, y junto al retorno progresivo a las actividades presenciales, se evaluó la importancia de sostener esta nueva modalidad de atención orientada a la comunidad, originada por la situación de la pandemia de Covid-19, y donde la Telesalud se va constituyendo como una herramienta posible para el acceso a este tipo de servicios de salud, facilitando el encuentro entre profesionales e integrantes de la comunidad pertenecientes a diversas -e inclusive remotas- localidades de nuestro territorio nacional, promoviendo el autocuidado y cuidado mutuo desde las diversas propuestas de talleres que se ofrecen, según las demandas de interés, personal y colectiva, que los convoca a participar.
Se concluye acerca de la resignificación de las prácticas institucionales de atención integral orientada a la comunidad por medio de la Telesalud, práctica qué vinculó a 1956 participantes pertenecientes a la comunidad malvinera y a un equipo de facilitadores de diferentes regiones del país a través de 246 talleres en línea, y que sigue fortaleciendo las redes de apoyo en un sentido vital y transformador.
